Un saludo fraterno

Estimados compañeros, compañeras y estudiantes de la UNED, un saludo fraterno a todas y todos:

A don Luis Guillermo Carpio mis más sinceras felicitaciones por el triunfo electoral obtenido. Estoy segura que sabrá responder a la confianza que depositaron en él la mayoría de los Centros Universitarios y la comunidad universitaria unediana, en general.

Mi eterno agradecimiento a los compañeros y compañeras del sector profesional y a los compañeros y compañeras del sector administrativo, tanto de la Sede Central como de los Centros Universitarios, que me apoyaron con su voto.

Igual sentimiento expreso a los estudiantes, profesores tutores y profesoras tutoras por el epoyo que me brindaron en las votaciones realizadas el sábado 1° de agosto y domingo 2 de agosto, en los Centros Universitarios. Menos no podía esperar de todos y todas ustedes.

Realmente debemos sentirnos muy satisfechos con los resultados obtenidos. Nos propusimos una campaña de altura y de mucho respeto. Y, lo logramos.

Además, como Universidad hemos crecido, en el diálogo inteligente, maduro y respetuoso y, en el derecho de expresar con la mayor libertad, nuestras inclinaciones hacia uno u otro candidato. Estoy segura que don Luis Guillermo sabrá apreciar las calidades personales, profesionales intelectuales y académicas de cada funcionario o funcionaria, su compromiso con la misión y visión institucional, independientemente por quién haya votado en las recientes elecciones.
Con toda humildad y respeto, dejo a su disposición, mis propuestas, ideas y proyectos, las cuales se centran en la persona (estudiante, funcionario y funcionaria), en su dignificación y respeto, en potenciar al máximo su talento y creatividad; en la descentralización presupuestaria y de decisiones; el desarrollo de los centros universitarios; la regionalización y la profundización de vínculos de colaboración con las comunidades y regiones; el desarrollo, formación y capacitación de nuestro personal; el impulso a la investigación; la consolidación de la docencia y la extensión; la internacionalización de nuestro proyecto educativo; el fortalecimiento de las becas estudiantiles y de los servicios de vida estudiantil; la dignificación de nuestros profesores tutores y profesoras tutoras; la plena vigencia del principio de libertad de cátedra; la promoción de un ambiente institucional alimentado permanentemente por el debate académico de altura; la defensa por universidad pública y su financiamiento, la autonomía universitaria y la libertad de expresión.

A partir de ahora todas y todos debemos mirar hacia adelante, comprometernos a trabajar con ahínco. Nuestra querida Universidad, para cumplir a cabalidad con su compromiso social, requiere de todas y todos, sin excepción.

Como lo he diho en otras ocasiones, la UNED del siglo XXI será más grande si conjuntamos nuestro esfuerzo y trabajamos sobre la base del diálogo respetuoso y la confianza mutua, y con el alimento del amor que compartimos por esta gran universidad.

Con el afecto y respeto de siempre, les digo: muchas, pero muchas gracias por la confianza y solidaridad, que me expresaron durante el proceso electoral que recién concluyó el día de ayer.

Atentamente

Marlene Víquez Salazar